…cualquiera de las posibilidades que se elija para bajar hacia la costa desde las montañas y los lagos del Sila atraviesa un buen puñado de curvas de nivel. Increíble cómo se nota el cambio de temperatura cuando cambiamos de pendiente y bajamos hacia el mar.

Eso deriva en curvas de 180º e incluso más.

Nosotros elegimos la que apuntaba a Corigliano porque parecía la que más al norte desembocaba en la costa o porque la tablet finalizó su vida en medio de una pista y el mapa de papel no tenía definición suficiente. Creo de verdad que nunca he girado tantas veces como en este viaje.

Desde antes incluso de llegar a Calabria, parece que hemos pasado la mayor parte del tiempo en terreno muy inclinado y cuando no, era por estar a la orilla del mar.

Llegamos incluso a ver el partido España-Italia en pantalla de lujo. Me gusta el fútbol cuando juega España en el extranjero, pero yo pienso que este deporte mejoraría mucho con los jugadores sin camiseta y si en las repeticiones dejaran ver el final de las caídas en el campo. Por desgracia, el resto de los presentes no eran un hinchada muy expresiva y nos fuimos a dormir pensando en la jornada de mañana, presumiblemente mojada. Jup.