Cambio de planes sobre el cambio de planes que cambiamos ayer y dejamos el Gallo Blanco para cruzar la isla hacia el este. Nos apetece ver las playas de la otra costa, y también esas curvas de nivel que prometen los mapas, y dentro de nuestra absurda política turística – que suele resultar muy efectiva, por otra parte -, queremos visitar Perdasdefogo y Melisenda porque nos gustan los nombres. En esta costa hemos dejado de visitar Pecora, que seguro nos habría gustado. Queda para la siguiente ocasión.

23 grados de temperatura. La ñapa mecanica de hoy: ajustar el embrague para facilitar el punto muerto y la capita de monja con cinta americana para el carburador, que permite que respire, pero no que le entre polvo.

Todavía quedan muchos carricoches de tres ruedas. Muchísimos. Me dispongo a cazarlos cual si fueran pokémons.

En Morgongioni nos ofrecen queso casero con gusanos también caseros, supongo. Es muy típico de esta zona. Si repetimos viaje por esta zona, podemos estar seguros de que nos dará más queso. También comenta algo de una invasión de los españoles, pero no me quedo del todo con el «conceto».

Los carteles de carabinieri a la entrada de cada pueblo siempre me dan hambre. Qué ricos!

 

Otro peironaco:

Si hay algo que ha fallado en este viaje, eso ha sido la tecnología. Ayer me olvidé de cargar la GoPro, y Julián ya se ha dado cuenta, pero lo que aún no sabe es que el móvil tampoco lo cargué! Así que el material para la crónica de hoy no es del todo óptimo, aún así, seguimos hacia el Rio Flumendosa, que forma unas eses al fondo del valle impracticable que ha formado con el paso de los años.

La pista de hoy corresponde precisamente a nuestro acercameinto al lago. Al otro lado, una presa reduce el caudal y permite apreciar la profundidad real del terreno.

Muy cerca, uno de esos vestigios antiguos, nuraghes, que abundan por todas partes:

Por aquí abundan los arbustos y árboles chaparritos combinados con mis familliares chumberas y hay un par de jardines verticales naturales que llaman mucho mi atención.

Nos detenemos en uno de los innumerables pasos a nivel, miro atrás y hay un rosario de coches que nos siguen, pero en el paso por curva no tienen nada que hacer.

 

En Perdasdefogu la parlanchina camarera y el dueño de la pizzería «La Ruta» se desviven con nosotros, y, además de la descripción de los platos, – tres tipos de pasta, patatas con tomate y pastelitos caseros que llevan también un poco de grasa de maialle – nos cuentan acerca de los sardos «más bajitos y fuertes que los italianos» y su lengua, mucho más parecida al español que el italiano, si cabe. También tienen una cultura equina muy amplia, y su espectáculo de castellers sobre caballos es realmente formidable.

 

En este punto consigo romper también el usb de la tablet que la conecta a la batería de la Ural gracias a una toma de mechero que le instalamos. Y ahora ya sí que es el día que falló TODA la tecnología, bien el cable, bien las baterías o la cobertura o lo que fuera, el caso es que a pesaro de todo, seguimos adelante!

Desde aquí se ve la torre aragonesa de San Giovanni de Sarrala. Y no es la única torre que los aragoneses plantaron aquí.

Foxi Lioni es parte del municipio de Tortoli, sus playas tienen una arena blanca y finísima. Y hacia el interior también hay tierra que cuando se mezcla con agua se convierte en barro, como en todas partes. la tablet indica un camino hacia el sur: la vida sin barro no es vida: allá vamos! Hay que decir que este barro no se fue de la moto en todo el viaje por más que llovió posteriormente.

El primer sitio donde paramos para hacer sede es el hotel Nastasj. Tiene buena pinta, hay gente jugando en la pista de tenis situada a la entrada. Cuando me cuelo para buscar la recepción me encuentro en el comedor, con mesas corridas, vacío pero con dibujos animados en la tele a volumen brutal y unos críos fuera. Me asomo al dintel para ver si hay alguien adulto allí y al preguntar me comentan que no somos bien recibidos debido a nuestro color de piel porque ahora no cumple exactamente las funciones de hotel. Y entonces me doy cuenta de que, efectivamente todos los que había visto allí eran negros! OH! Buscando más info, he encontrado una reseña que cuenta que «Peccato che sia stato chiuso nel 2016 fino a data da destinarsi e adibito ad altra mansione privando la località’ di un punto di riferimento».

Los montes que ahora bordean la costa son ásperos y picudos.

Acabamos en el hotel de un pirata brasileño, en una zona donde abundan las viñas y la práctica de laequitación al más puro estilo Falcon Crest,  y que según nuestras elucubraciones absurdas, se dedica ahora a turbios asuntos. Algunos detalles: los forestales que estaban tomando la última a nuestro lado se asustan de unas simples hormiguitas que estaban correteando por las vigas.

Algunos detalles: El Signore y la Mamma siempre presentes:

Algunos detalles: «vietato tuffarse» en la piscina: es una solemne tontería, pero me encanta y además en los ferrys, cuando disponen de esa ridícula piscinita que parece un jacuzzi privado, también lo prohiben – lógicamente.

Algunos detalles: bichos enormes volando alrededor de las lámparas del exterior, alguno se coló dentro del edificio.

Algunos detalles: la botella de alcohol oculta en el armario de la habitación para disolver cadáveres:

Ya acomodados en la habitación cotilleamos los canales italianos encontrando que hay más de 2.000, si bien la mayoría son inforcials, entre ellos muchas camas. La reflexión es que es muy fácil vender una cama, porque a quien no le gusta dormir, seguro que si le gusta f*****. Y con esa conclusión esperamos el nuevo día 🙂