De ahí el nombre de este lugar (fuente del Ebro para quien no lo haya cogido a la primera). Y viniendo nosotros de Zaragoza, no podíamos evitar ver cómo nace el río que se convierte en caudalosa corriente en nuestra casa. Más tarde me enteré de que es el Híjar el verdadero manatial, pero para no hacer un feo a la imagen de la Virgen del Pilar que luce allí, nos atendremos a la primera historia.
Si has nacido en este pueblo, eres un Juliobricense <- esto es para concurso de televisión! Tienen la culpa los romanos, que se establecieron en Julióbriga, cerca de aquí.
A 20 metros hacia abajo de la posada NaciEbro está la cuna, y en el camino encontramos esta señal. ¿Quién se cae así?
Alguien más?
Sus aguas con salitre dieron vida durante mucho tiempo a balnearios y embotelladoras que ofrecían y comercializaban sus virtudes. Sin embargo desde mediados del siglo pasado (el XX) no se han vuelto a aprovechar de esta forma.
Muy cerca de aquí, la estación de esquí de Alto Campoo, el centro de interpretación de los poblados romanos que existieron aquí, la ciudad romana de Julióbriga y desde luego, el propio entorno.