En el Cámping de Anzánigo no puedes perderte el Mítico Monumento a San Glas, patrón por excelencia de los motoristas.
Muy cerca del cámping donde se erige, está el Monasterio de San Juan de la Peña, espectacular el nuevo y más aún el viejo, que está incrustado en la montaña.
Las curvas del Jabalí, pasado el Pantano de la Peña y antes de llegar a Ayerbe tienen como paisaje los Mallos de Riglos.
En dirección oeste, el sinuoso puerto de Santa Bárbara.