Suiza es un país escabroso, surcado por montañas que hacen difícil el trazado de carreteras: Suiza es un país de trenes.

Sacando ventaja de las circunstancias, Suiza desarrolló una potente red de trenes que consiguen facilitar mucho la vida cuando la alternativa es un puerto de curvas reviradas, como los de San Gotardo o el Grimsel, por ejemplo.

No hay día que no crucemos o vayamos paralelos a las vías del tren.

Además de cantidad, hay variedad:

  • aparte del los usuales, y de los turísticos,
  • hay uno que permite transportar vehículos particulares para conectar Interlaken,
  • o los de cremallera, como el que nos acercó al Cervino. O como éste:

  • Añadimos el tren callejero de Vichy, que Julián visitó, en honor a Brigite Bardot cuando también estaba de visita, vestido con una camisa de cuadros de Vichy.

Como bonus del viaje, en el cantón de Tesino, añadimos el paseo privado en tren conducido por Mario, con el que nos acercamos a los tres castillos de Bellinzona, otra de esas ciudades-sorpresa. Apenas conocida, cualquiera de sus tres (no uno ni dos) castillos merecería la visita por sí mismo. Tanto que aquel día decidimos dormir allí para dedicarle más tiempo al día siguiente.

Mario posando junto al tren que conduce, con el que hicimos una cómoda visita a los castillos.

Suiza es un país muy llano – en los valles ;P y obviamente en la superficie de los lagos, donde proliferan los barcos.

También los diversos barcos que navegan sus lagos son peculiares. Los hay de recreo, turísticos, los que hacen las veces de taxi, de uno a otro puerto del lago – las mouettes,… e incluso los hay de vapor,

Un Mouette del Leman

httpv://www.youtube.com/shorts/Y13rbI01u8g

Un barco de vapor

En definitiva, Suiza es un país de Transportes 🙂

Por algo alberga la FIM y el maravilloso Museo del Transporte, donde se puede disfrutar aunque seas adulto. Tanto, que consiguieron captar nuestro interés lo suficiente como para dejar las Urales a buen recaudo y cruzar los lagos en otro transporte. Pero esa es otra historia.

Suiza es un país de relojes

Hay una probabilidad muy alta de que un escaparate de cualquier ciudad de Suiza luzca relojes, desde Swatch hasta Rolex, rusos y nacionales, usados y nuevos, de coleccionista y vulgares, de muñeca, de anillo, de todo tipo. Incluso fuera de las tiendas hay relojes de fachada, como el éste de Montreux y el famosísismo de Berna.

Hay cientos de anécdotas de las que sólo cuentan los «culos curtidos» de los relojes, pero estos relojes en concreto, que se encuentran en casi todas las estaciones suizas, tienen una peculiaridad. Más info en Wikipedia:

Reloj suizo en la estación

Suiza es un país de quesos

Quesos de distintos tipos, recetas de quesos, compañías internacionales de quesos, queso y leche gracias a las vacas que nos miraban desde todos prados por los que pasamos a bordo de los sidecares Ural.

La raclette y la foundue son tan habituales en la mesa de Suiza como la paella o el gazpacho en nuestra tierra. En la primera, al queso del tamaño de una rueda de Vespa se le corta un arco. El queso se coloca vertical, (como una rueda) de forma que la superficie ahora sin corteza se coloca hacia arriba. Se le aplica entonces calor y cuando se derrite una capa, se raspa – racler, en francés provenzal – y se vierte sobre el plato. La fondue es más conocida. Tuvimos ocasión de probar la versión casera de ambos platillos preparados con amor por colegas de colegas. En Saint-Cergue y en el lago Leman.

Recomiendan no tomar bebidas frías – a no ser que lleven alcohol, como el vino blanco -, so pena de que se solidifique el queso en el estómago y siente mal. (Tiene sentido.)

Advertencia de conocedores

Por otra parte, sobre el Gruyere, «emosido engañados». El queso de Gruyere auténtico no tiene agujeros. Los agujeros están prohibidos en el queso de Gruyere.

– En Suiza, lo que no está prohibido, es obligatorio.

José

– Y se paga
.

Morabito

Algunas compañías internacionales de queso

Nestlé también estuvo presente en nuestro viaje por Suiza en sidecar. Saludamos al pasar por su sede en Vevey, donde se fundó. Recuerda un poco a la de las Naciones Unidas. En Wikipedia cuentan que allí se creó la leche condensada. En cuanto a «La Vaca que ríe«, quién no ha merendado un pan-quesito. Efectivamente, anda por allí. Y se ríe.

Suiza es un país de quesos
Rosco rodando al lado de una sede de La vaca que ríe

Otros apuntes curiosamente gastronómicos de Suiza en nuestra ruta en Ural

Si quieres pasar por un auténtico suizo, pide Rivella para beber. Es un refresco a partir de suero de leche. Que ¿porqué se llama Rivella?

Las pastillas de Vichy: esos caramelitos que en su tiempo eran medicinales suelen venderse en cajas metálicas con el famoso estampado.

También en plan gastronómico del viaje, pero de Francia, hablar del Café Gourmand, que suele acompañarse de bocaditos dulces, como éste que servían en Thonon-les-bains. (Aunque se encuentra en las cartas de los restaurantes de toda la región).

Café Gourmand, lo descubrimos en nuestra ruta en moto con sidecar

Los churros suizos

Deambulando por Suiza topamos no con uno ni dos, sino con hasta tres puestos de churros. Uno de ellos con propietario español. De Barcelona.

Cenovis: Desayuno secreto

Por lo que se refiere al Cenovis para desayunar, a mí me recordó al Bovril que se echaba a la sopa. Pero aporta vitaminas. Tanto que se incluyó en las raciones de combate suizas.