En Iguacel, a pocos kilómetros al norte de Jaca está el Santuario de Santa María de la Buena Leche al que se accede por una pista. Sólo en una ocasión -en la que tomé la foto- hemos tenido la oportunidad de verla por dentro.
Además de las leyendas relativas al centro de poder sobre el que se levanta, está el hecho de que la Iglesia, al querer presentar a la Virgen dando de mamar al Niño sin que despertara malignas pasiones, optó por situar el pecho de ésta en su cuello, dando lugar a una imagen, para mí grotesca.
La iglesia guarda aún relieves de cuando la usura era pecado y, si preguntas a los «energéticamente sensibles» está construída sobre un centro de poder que puede reavivar tu karma intensamente.