Los de nuestra generación estamos ya poco acostumbrados a términos como «bula», pero aún hoy y para algunos son vigentes. A la entrada del santuario hay una curiosa lista de éstas y de Indulgencias que me levantan una sonrisilla:
Nuestra ruta en moto de hoy nos desvía a unos 5kms. de la Villa de Luna. Dominando buena parte de las Cinco Villas, se puede ver a lo lejos el Pirineo y hasta los Mallos de Riglos si el día está claro y tienes prismáticos. El día que tomé la foto no ocurría lo primero 🙁
No obstante, una buena tormenta con sus rayos y truenos desde aquí impresiona bastante también!
El monasterio en sí no es muy espectacular:
Pero el restaurante en que se ha convertido sí merece una parada gastronómica – al menos cuando nosotros lo visitamos-, sobre todo en uno de los ventanales abiertos al horizonte.
Hay información más detallada aquí: Santuario de la Monlora