El restaurante tiene raciones de las de «quedarse un rato» en su menú consistente sobre todo en cocina de la tierra, gran variedad y postres caseros. El precio, de colegas.
Y después de hacer la digestión, pistear hacia La Virgen de la Estrella al oeste o callejear por Rubielos de Mora hacia el sur son tan buenas como el este y el norte, ¡estás en el Maestrazgo!