Un lujo al aire libre después de visitar el mercadillo del Burgo de Ebro, o de una ruta «de salón» por pistas, cerca de la capital.
En pleno centro del Parque Grande, con unas vistas impresionantes sobre la ciudad y con la silueta de la estatua de Alfonso I recortada sobre el horizonte, su fritada y las costillas están de muerte, pero también son internacionalmente reconocidos expertos en setas.