El mundo sonríe a bordo de una Ural, y convierte cualquier inconveniente en una menudencia, y como decía Sisi Emperatriz: «Nunca me importaron las menudencias». «El Principito» seguro que no lo dijo. Es lo bueno de rodar en sidecar. Y luego, están las otras historias.

Lo bueno de rodar en una moto Ural con Sidecar

Lo bueno de rodar con una Ural es que siempre tienes oportunidad de relacionarte con los habitantes locales. Especialmente con nostálgicos y mecánicos. Y aún cuando todo funciona, siempre hay alguna ñapa que se puede mejorar. Y si no, algo se podrá compartir!

Una de las cuitas mecánicas de la Ural con sidecar

La otra consulta técnica -el ruido «sha, sha, sha» al girar cerrado a derechas-, nos llevó a este taller especialista Ural, junto a las vías del tren, vecino con las vacas. A pocos kilómetros de Montreux, orilla noreste del lago Leman:

Más vicisitudes de un sidecar Ural

No sólo una Ural pierde la llave EN MARCHA. A mi DT-80 también le ocurría. Nos dimos cuenta al parar a comer en Pavie, que casualmente está hermanado con Villanueva de Gállego, allí cerca de casa. Esta solución fue fácil gracias a un aditamento patrio y a la chispa del mecánico:

Y por fin, la incidencia más engorrosa: al degradarse los puños calefactables se deshacen en un engrudo pegajoso. Parcheamos con una bolsa de plástico y conseguimos llegar a casa sin electrocutarnos.


Otras historias de rodar en una moto Ural con Sidecar

Muchas historias de una Ural surgen de que a veces es percibida por los demás como una moto o un coche, cuando en realidad son motos con sidecar.

Es, al parecer, un problema para transportarlas en ferrys o en grúas, cuando están averiadas. La única avería invalidante del viaje no habría resultado tan amarga si ese tiempo de transporte hubiera sido más breve. Más de un mes se ha necesitado para repatriar una unidad rusa. Esa Ural se reemplazó -de inmediato, of course!- por una BMW que también lleva sidecar.

Otra muestra es que obligan a pagar un suplemento en GNV por ser más que una moto, cuando en realidad:

  • A la hora de estibar, eran tratadas como una moto más.
  • En la web, el selector no incluía la opción de sidecar.
  • Pedimos: espacio de coche si así se considera, o tarifa de moto si como tal se almacena.