Saliendo de Zuera por el sur se toma la pista Vall de la Horca (nenazas certified) y más adelante la indicación hacia la Palomera, donde se encuentra la casa de vigilancia de incendios que domina parte del terreno del recinto militar Vértice Esteban. Con un poco de suerte y unos prismáticos se pueden contemplar desde allí los vehículos militares haciendo sus ejercicios de guerra y los bosques que se van recuperando del fenomenal incendio que arrasó esta zona en 1995 debido a un accidente de circulación.
Una plaquita en la pared de la caseta muestra el símbolo de Zuera y su antiguo nombre: Zufaira, que no se sabe si viene del árabe, significando las «Peñas bonitas» del oeste del pueblo o del latín «sulphur, sulphuris» aludiendo a una antigua fuente termal romana. Lo explica muy bien Carlos Urzainqui en este blog.
Cuando nosotros estuvimos por alli, además de las maniobras tuvimos el placer de toparnos con el dueño de esta Yamaha WRF – que es candidata para compartir garage con mi Brutale cuando yo tenga dos culos – para descubrir que existen cadenas de colores, en este caso azul, a juego con el carenado! Totalmente chic!
Las cuatro máquinas y el componente nenaza totalmente coordinado durante una paradita en la misma pista donde también se puede encontrar uno de esos árboles singulares con nombre propio: el pino de Valdenavarro. Aquí está bastante bien explicado cómo llegar a él.