Siéntate en una terraza en Jaca junto a la antigua carretera de Francia y verás pasar innumerables moteros que van de paso hacia allá o que ya vuelven. Pero no aparques en la acera por que a la policía no le sienta bien.
Por la noche hay mucha animación nocturna los fines de semana tanto en verano como en la temporada de ski, hay un número elevado de bares y pubs por habitante.
Y si quieres darte una vuelta corta hacia lo alto, desde el Fuerte Rapitán se domina la ciudad y la Peña Oroel, que queda enfrente también es un objetivo posible. Se va pasando por el hospital y se sube la montaña vertiginosamente.
Dejar de ver la catedral y su museo es pecado imperdonable, el románico y la historia de la Jacetania son impresionantes.
Pero sobre todo no dejeis de probar el pan de Bailo o de Santa Cilia, los venden cerca de la catedral, hechos como antes, PAN DE VERDAD. Y que por cierto viene de serie con la comida en Casa Varela.