Una de esas necesidades absolutamente vitales, impensable continuar en este mundo sin el reloj solar que descubrimos a poco más de 20kms. al norte de Zaragoza, pasado Ontinar del Saz, por la vía de servicio se accede a otra de esas aberraciones de esta época que solamente sirvió para engordar los bolsillos de algún avaricioso.
Mala calidad en los materiales o poca previsión para las inclemencias del aire libre, pocas vistas a las posibles visitas, apartado de todo, allí lo plantaron con nuestro dinero. Esta es la llave de la interpretación:
Ya se retuerza en sus ansias el promotor y le sigan los que le apoyaron y ampararon. Y nosotros lo veamos!