Partiendo del Castillo de Loarre a la derecha parte una pista con diversas bifurcaciones (y trifurcaciones :P). A mano derecha y después, a la derecha – si se siguen las indicaciones de los locales – se puede llegar hasta Aniés, que cuelga del muro como un nido de águilas, literal.

El cómo se produjo esta edificación viene explicado con mucho más detalle en esta página, pero básicamente se trata de la recurrente imagen de la Virgen que no quiere ser trasladada y vuelve a su escenario original cuando la trasladan a la ermita contruída para ella en un lugar más accesible. (Estas Vírgenes esquivas, como la de Villarluengo, merecerían un capítulo aparte en el apartado curiosamente religioso)

La pista, que lleva también a un repetidor, un refugio coquetísimo y da la vuelta al monte si se elige otra bifurcación, es bastante asequible si no hay demasiados charcos.

Es curiosa además la historia que rodea el grabado del siglo XVII que muestra la ermita del revés por haber sido tomada mediante la técnica de la caja oscura que fue reemplazada después por el daguerrotipo. Viene muy bien explicado aquí.