Habíamos visto el castillo cuando fuimos a Fayón y decidimos tomarlo, que nos pilla de camino.
La vega a los pies del castillo está recorrida por una maraña de caminos que rodean los bancales, desde arriba debe ser una risa seguir el rastro de los que se adentran en ellos. El caso es que un guarda interfiere amablemente nuestros planes. «La Entidad» ocupa el castillo, amenaza. (Y me alegro de dar la vuelta porque yo pienso en Mordor.)
El Castillo de la Entidad. – pero no nos quiso decir cuál era. – Y nos dió igual, porque Malackay, que es un fenómeno, sí lo sabía.
En realidad, no es ningún secreto, hay información más detallada aquí.