La lluvia se hizo muy patente mientras pasábamos por Lugo. Después de recorrer varias calles a pie, con los monos de agua y los cascos puestos – que no dejan de ser una forma efectiva de permanecer secos por dentro –  y repitiendo «Venimos en son de paz, no os haremos daño», decidimos que la mejor opción es pasar el tiempo a cubierto.

El Museo Provincial, que ocupa el antiguo convento de San Francisco, nos guardaba una sorpresa en forma de dedo, porque no me salen las cuentas en este cuadro del siglo XVII de la escuela holandesa:

muller

Al igual que el famoso Ecce Homo de nuestra tierra, esta Muller en Éxtase debía ser uno de los ejercicios de los alumnos de allí, porque poco después publicaron esta noticia sobre La Magdalena, retratada por el mismísimo Caravaggio que tenía la cantidad habitual de dedos.

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