Mira por dónde, en medio del Pla de Mosorro existe una placa que recuerda la labor de la Premio Nobel de la Paz 2004 y su iniciativa Plantemos el Planeta que pobló con más de 20.000 árboles este terreno de lo más árido y rocoso. La parte buena del terreno es que gracias a tanta roca desarrollaron en esta zona la técnica de la piedra en seco.
Si señor, esto es lo que se viene llamando un pedregal.
Nos acercamos a Torre Leandra y allí charlamos un poco: antes no había tanto árbol, eran más bien prados y llovía mucho más. Nadie se ponía enfermo, mucho menos en invierno y si sucedía, bueno, pues… bem, bem, bem. Lo del colegio no estaba tampoco muy al día, se aprendía más bien poco, aquí. Pero siempre era suficiente para seguir viviendo bastante bien 🙂