Donde todo volvió a empezar hace 10 años.

En beréber queda mucho más claro cualquier mensaje, los Morocco Riders lo tienen claro.
Aprovecho para ponerme una medalla de dinosauria, yo también.

Nuestro objetivo hoy es volver a casa, que está a 159 kms. Parece poco, pero la distancia en este caso no cunde nada. Como prueba de ello, en Google estima que se necesitan nada menos que 3 horas y media para completarlos.

Durante el resto de la mañana, bordeamos la línea de la costa, alternando la silueta de las banderas en las garitas de guardia con la de los minaretes apuntando al cielo en cada cala.

Al verme en esta foto, caigo en la cuenta de que un sidecar permite más libertad de vestuario que una moto.
Grandes puentes, grandes obras.
Si se ven sombreros de paja, es que ya estás en el Rif.
Para el post sobre cómo amontonar las pacas de paja según la zona.

Una buena carretera que no siempre estuvo ahí, por lo menos con este trazado y este asfalto.

Obras por todas partes. En este caso impactantes, sobre una ladera inclinada 45º

Esta arena, más bien gris y gruesa, diferente a la de Cala Iris, unos kilómetros más al este de aquí es la que recuerdo yo que hubiera hace muchos años en Torre del Mar, a unos kilómetros al norte, en la península. Los tiempos cambian, la arena cambia.

Vamos rebasando las localidades costeras Stehat, Targha, Oued Laou – este último sí me sonaba, porque si se traza una vertical desde Estepona hacia el sur, se llega a esta playa.

De esto nos percatamos unos días después, en Estepona 🙂

Y por fín, allí está, Tetuán. Blanquita. Dejándose mimar por las ayudas de la Junta de Andalucía, que está aportando ayudas para algunos barrios y la verdad es que están muy cuidados y curiosos.

Vamos a la Medina, dejando la moto a cargo de Hassina, en un sitio especial «muy bonito» que ha habilitado especialmente para nosotros. Totalmente profesional, Hassina se ha asegurado de que apuntamos su número de teléfono, por si nos perdiéramos en la Medina.

El secretillo del camino de tres baldosas para salir del laberinto de calles ha perdido mucho desde que cualquier móvil te lleva de la mano hasta donde digas, e incluso te avanza cuánto vas a tardar 🙁

La lección de árabe de hoy:
gacela -> ziz, 
la z se escribe como un boomerang
la i se escribe como un carrito con ruedas

A este paso, para el 2020 sabré escribir 4 letras, si añadimos «co», de «CocaCola»

Antes de cruzar la frontera, una señal para mi colección de «señales que no ves todos los días».

El tramo hasta la ciudad autónoma atraviesa contrastes con las imágenes que traemos del sur. Hay hasta una noria y toboganes. ¿Dicen que es la economía del siglo XX!? Disrupción?

Otro tipo de «señales» que tampoco veo todos los días, pero que no me importa, son las que emiten los multicentros, que ya están aquí instalados. A mí me producen el efecto de que al viajar, no note que lo estoy haciendo, más que en los precios. No estoy segura de que me guste.