Comemos en un primer piso decorado como nome importaría hacerlo a mi, donde se acostumbra a presentar los platos a los comensales con para completar la experiencia de sabores, buena música a nivel perfecto, comedor privado, solo para nosotros, al aire libre. Degustación de aceite de la tierra, de marca «don Antonio», pan con harina antigua y pan de pizza, espagueti con gambas de esas que tienen unas ideas deliciosas, y el cerebro les sabe muy bien. De nuevo llenando el buche por encima de mis posibilidades, con el segundo plato aprendo que caponata no es pollo, es una especie de menestra, con atún agridulce, aceitunas, apio finísimo, alcaparras, tomate… exquisito! y también llevaba zanahoria.