– Vamos a Ragusa, vamos a Ragusa, vamos a Ragusa, Julián, que viene en la guía! – Es verdad que es una ciudad muy bonita. Y turística! Con su catedral, su Círcolo di Conversazione con unos leones con caras muy curiosas. Adornando una de las calles había una unidad del año 52 de uno de los coches de los Carabinieri. Muy bonito.
En nuestra ruta hacia Giarratana hay terrazas, más bien estrechas, en las laderas de los montecillos, que pueden llegar a ser bastante empinados, y huele muy bien. En el acto se convierte en mi sitio favorito de Sicilia, pero inmediatamente se ve desbancado por Vizzini. Uno de esos pueblos de esta zona en los que cada casa quiere salir en la foto.
Y que además tiene peirón! Llegados a este punto es cuando intento grabar en mi mente, por enésima vez, que las recomendaciones de las guías turísticas no son casi nunca las mejores recomendaciones para mi. Suelen gustarme más los que nos van rodeando según deambulamos. Porque en una isla de estas dimensiones, se puede hacer turismo como pollo sin cabeza, como el meme del el gato sobre el aspirador automático. Ahora decidimos acercarnos a la costa hacia el noreste.
Uno de esos momentos muy dulces de los viajes es cuando me doy cuenta de que las cosas se van asentando en el equipaje y nosotros con ellas y con el vehículo. Tardamos poquísimo en hacer o deshacer los petates y casi todo está donde se espera encontrar. Vídeo 36 hora de la cruceta. Hay un montón de eucaliptos antes de Catania, pero en el mapa nos parece demasiado grande para nuestro gusto y continuamos hacia el norte. En el primer chiringuito playero NO probamos esto:
Riposto. Magnífico lugar. Prometemos volver. (Y resulta que lo cumplimos!).
Me hace mucha ilusión ver un cartel advirtiendo del peligro de la lava en la carretera! El Etna no está lejos! Y en el siguiente tramo aparece a nuestra izquierda. Una de las partes cruciales ddel viaje tiene visos de completarse, no en vano, algunos hablan de la misión «Mar y Magma».
Hay que decir a Echenique y los de su condición que vengan aquí. Alguna ley obligó a que todos los sanitarios estén totalmente acondicionados: con el lavabo con su hueco frontal y palanca para el grifo más larga, pedal inferior con la misma función, …todo! Eso si, estamos en Italia: una vez se han salvado todos los escalones y tramos de escaleras. También se nota que estamos en Italia porque el Papa está más presente que en nuestro terruño. Y la birra, para tomar en buena compañía!