Nuestra intención era rodear el embalse de Castellote, y como suele suceder acabamos en un paraje ignoto.  El pueblo se llama Ladruñán. Bajamos de las máquinas y nos llama la atención una edificación derruída asomando en una gran oquedad de la montaña. Buscamos el bar – que no tiene pérdida – y preguntamos.

Restos del primer convento de los Servitas

En el bar nos cuentan que allí se asentaba el primer convento que habitaron los Siervos de María en España desde el año 1500 (más o menos).

Estaban construídos más de cuatro pisos además de amplias salas en el interior de la montaña, pero un derrumbamiento ocurrido en 1746 acabó con gran parte de la edificación y muchas de las vidas de los que allí moraban. Los supervivientes, posteriormente, consstruyeron el de Cuevas de Cañart, a poca distancia de aquí y uno de mis escenarios favoritos para posar.