Nos despertamos en Bahía de Ginestra, donde nos habíamos dormido después de la gran hazaña de matar un mosquito… con dos dedos al más puro estilo Bruce Lee! Lo que son las casualidades, o la magia del caos o whatever, quién me diría que iba a reunirme con él unos días más adelante en Mostar!

Nos damos cuenta de la importancia de preguntar si el precio es por habitación o por persona, así que esta no es la segunda clavadita, ni será la última! Pero hay veces en las que merece la pena, y ésta fue una de ellas, inmejorable final para las curvas del día anterior, y muy buen comienzo para el plan de hoy: peinar la costa sur y hacer sede en Cagliari para estar cerca – a ser posible dentro – del barco que pretendemos que nos lleve a Sicilia.

Conquista de la torre, sesión de posados y concurso de fotos en la fortaleza de Taulada, una de tantísimas torres que vigilan la costa de esta isla.

Paramos en Arrais, ciudad de la música y el vino para conseguir aceite de motor, pierdo mi capuchito de manga larga que compré en Creta – que luego echaría en falta cuando fuimos a las húmedas alturas de Zablag. Después nos encaminamos a Puerto Pino y San’t Antioco. A estas alturas, ya pronunciamos «mmmnngiorno» por la mañana, de forma que si no hablamos más, parecemos nacidos aquí.

 

Repostaje: 9.92l x 14€ y llevamos 13.733kms. en total.

Unas telas ideales para la ducha, pero no las tienen hasta dentro de tres días. En general, en toda esta zona tienen tejidos que a mi me parecen sensacionales. Para hacer la gestión me llevan al taller artesano, que mola todo. Mientras, Julián intenta conseguir aceite 15/50. Y nos damos cuenta de que estamos llamando más al mecánico de cabecera (M.C.) que a los colegas. Espera, que el M.C. es también colega!!

Lo que aprendemos hoy mecánicamente hablando: esto de los aceites es como la leche: desnatada, semi, etc. Si el niño no engorda, dale otra y ya está. A la Ural le dimos ésto y no pareció pasar nada malo.

Un poco de historia y comemos muy bien al borde del mar.

Esto dicen que pasó en «El fuerte del Pueblo», en 1815 con los piratas, el comandante sardo, y las cuatro mujeres semi-desnudas.

Adelantamiento subiendo en Perdaxius. En serio que nunca pensé que la máquina de 40 y pico caballos pudiera adelantar tantas veces! A partir de aquí llevaría la cuenta en la libreta.

En la ciudad minera de Rosas nos metemos en una pista. La aventura de hoy nos llevó a la ciudad minera antigua y a un precioso puente para posados y para practicar subir en marcha a la cabina del pasajero.

El hotel en la zona militar, que es difícil apartarse de ellas, parece. Nos invitan a la primera caña de bienvenida. El balcón sobre  la pequeña bahía que forma el cabo de Sant’Elia con la punta de nuestro hotel, al fondo el polígono industrial de Cagliari y en plano medio, los barcos que van a Palermo navegando hacia el sur.

Por la noche se les ve festejando. El fuego que se veía procedía de una parrila sobre la que, con los prismáticos bien encajados, se podían ver jugosas viandas. El otro, más lejano, proviene de las chimeneas de la inmensa zona industrial más allá del faro, al oeste de Cagliari. Y en el plano medio, barcos como el que parte mañana a las 19:30 rumbo a Palermo, esperamos que con nosotros dentro. Por algo es que el nombre de esta operación mencionaba algo de MAR.